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El hogar de Adultos Mayores San José fue fundado el 5 de febrero de 1923, por la Sociedad Damas de la Caridad del Sagrado Corazón de Jesús (DCSCJ) para asistir y acompañar a personas de escasos recursos económicos, sin redes vinculares o en situación de vulnerabilidad. La Sociedad era una agrupación de mujeres ligadas a la Iglesia Católica provenientes del Apostolado de la Oración, muchas de las cuales estaban también relacionadas a la educación.

En 1897 fundaron lo que sería el Hogar Sagrado Corazón, para niñas huérfanas, el cual funcionó en forma ininterrumpida, hasta que en 2010 cerró sus puertas definitivamente.

Casi dieciséis años después de la fundación del Hogar de Niñas, con la iniciativa del cura párroco. Pbro. Julio Chienno y con el empuje y entusiasmo de Da. María Ana Lissarrague de Bellini, presidenta de las Damas, en 1913 se comenzó a construir el primer asilo de ancianos de la ciudad. Luego de 9 años en construcción, el 5 de febrero de 1922 se abrieron las puertas del Hogar San José. Fueron padrinos José Carrau. Agustín García y Liborio Brivio y madrinas Lola Santamarina de Echagüe, Rosaura Machado de Gómez y Concepción C. de Alchourrón.

Esta obra, se mantuvo a través de los años, gracias a la colaboración de los vecinos de nuestra ciudad, particulares, empresas, entidades y organizaciones públicas todos ellos convencidos que el estado del Hogar San José es el reflejo de nosotros mismos como comunidad.

En 2013, se aprueba integrar las obras de la Sociedad de Damas de Caridad del Sagrado Corazón a la Asociación Civil Santo Domingo Tandil, ampliando el objeto social y asumiendo la gestión del Hogar San José. Desde 2014 dicha asociación toma la gestión y consecución del Hogar.

Desde la Asociación Civil Santo Domingo de Guzmán sostenemos que un huésped, cuando entra a cualquiera de los Hogares, es invitado a armonizar con su historia de vida, con las personas que tuvieron importancia en ella, es incitado a vivir en paz consigo mismo y con los que compartan su estadía.

El Hogar de Ancianos San José, se sostiene con el aporte desinteresado de benefactores que entienden que con su donación están manteniendo el principal activo de la sociedad: la experiencia y la sabiduría de nuestras personas mayores. ''Ayudamos a mantener viva la esperanza y los sueños de nuestros mayores, porque un hombre no envejece cuando se le arruga la piel, sino cuando se arrugan sus sueños y esperanzas”.

En el Hogar actualmente viven 41 hombres y mujeres.